Gabriel F. Federico, musicoterapeuta de Buenos Aires (Argentina): Este es un cuento que escuché por primera vez hace unos años en un congreso en México y me conmovió muchísimo. Con el tiempo sentí que debía estar al inicio de mi libro. Su autor es desconocido y en internet circulan machas versions diferentes. La siguieente es una adaptación que he realizado para compartir con ustedes:
Dios estaba en el cielo mirando lo que hacían los hombres en la Tierra y vio que entre ellos reinaba una gran desolación. Por ello reunió a un grup de ángeles y les dijo:
- Hijos míos, he estado observando a los hombres y mujeres en la Tierra y algo me llama la atención. Veo que los seres humanos no se respetan, que hay millones de hermanos en guerra, esposos y esposas que no contemplan sus carencias, ricos y pobres completamente apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos totalmente separados... estoy muy preocupado.
-¿Ven a los seres humanos? ¡Necessitan ayuda! Los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se completen unos a otros y gocen la felicidad eterna. Tendrán que bajar muchos de ustedes por todo el planeta en mi nombre.
- ¿Nosotros? - dijeron los ángeles con una mezcla de sorpresa, ilusión, susto, emoción y fe.
- Sí, ustedes son los indicados, ya que nadie más podría cumplir mejor esta tarea. Pero bajarán con francas distinciones.
- ¿De qué se trata? - preguntaron inquietos.
Entonces se les explicó su deber.
Dios los separó en grupos y le asignó una tarea a cada una, dándoles a todos como herramienta el don del Amor. Luego seguió diciendo:
-Ustedes tendrán una gran memoria y concentración de excelencia: serán Ciegos.
- Ustedes serán elocuentes con sus cuerpos y muy creativos para expresarse: serán sordomudos.
- Ustedes tendrán pensamientos profundos, serán creadores visionarios y algunoes hasta poeta: tendrán Parálisis Cerebral.
- Ustedes serán intranquilos y traviesos y sólo mi voz los calmará: tendrán Hiperactividad.
- Ustedes disfrutarán la creación tal como la planeé para los hombres, mientras unos se preocupan por los avances científicos y tecnológicos, ustedes serán los que disfruten mirando una hormiga o una flor. Serán felices, muy felices, porque amarán a todos y no harán juicio sobre nadie: tendrán Retraso Mental.
- Ustedes serán simpáticos y de gran sentido del humor, llegarán hasta el cielo, haciendo que los demás inclinen su cabeza pera verlos: serán enanos.
- Ustedes vivirán en la Tierra, pero su mente se mantendrá en el cielo; preferirán escuchar mi voz a la de los hombres y sólo algunos manifestarán una genialidad en un arte o una ciencia: tendrán Autismo.
- Ustedes tendrán dificultad para caminar, pero mentes muy brillantes y bajarán con la espalda ahuecada; los hombres repararán sus cuerpos, pero tendrán que ingeniárselas para triumfar: tendrán Mielomeningocele, que significa miel que vino del cielo.
- Ustedes serán hábiles como nadie, les faltarán los brazos y tendrán que hacer todo con los pies y la boca. Tendrán Amputaciones.
Y continuó así, asignando diferentes tareas a cada grupo de ángeles y al último grupo le dijo:
- A ustedes les daré el don del cariño, serán muchos en la Tierra pero no habrá distinción entre ustedes porque tendrán la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre. Sólo les quitaré las alas, justo antes de nacer: tendrán Síndrome de Down.
Una vez finalizada la asignación les aclaró:
- Cada uno llegará al vientre de una madre. Ahí se formaran durante 6,7,8 o 9 meses. Y al nacer, todos serán recibidos con profundo dolor, causarán miedos y angustias, algunos padres van a rehusar la tarea, otros la asumirán con miedo o enojo y habrá quienes se echarán la culpa. Todos llorarán, pero esas lágrimas se convertirán en amor y aceptarán el deber. Sea cual fuere el caso, su misión en la tierra será transmitir la Fe, la Esperanza y el Amor.
Y así comenzaron los ángles a descender a la Tierra con una profunda emoción.
Hoy siguen bajando ángeles con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Están con nosotros para darnos la oportunidad de trabajar por ellos, para aprendre de ellos.
Y trabajar es servir: servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
Si tienes un ángel entu hogar o trabajas con uno, cuídalo y aprendre de él, porque el elegido eres tu, no él.
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